Palpitaciones

Una de las razones más frecuentes por las que las personas recurren a su médico es la sensación de percepción de sus propios latidos o palpitaciones. Todos somos conscientes de nuestros latidos cardíacos de vez en cuando, sobre todo después del ejercicio, cuando estamos nerviosos o tal vez cuando nos sentimos mal por una infección. Es lógico que estos síntomas sean preocupantes, pero es importante recordar que no siempre son una característica de la enfermedad cardíaca.

El término palpitación abarca una amplia gama de ritmos cardíacos, incluido el hecho de percibir un ritmo cardíaco normal que puede sentirse más fuerte o ligeramente más rápido de lo normal. Otros síntomas frecuentes incluyen la percepción de un ritmo cardíaco irregular, ya sea latidos omitidos, ausentes, intermitentes o irregulares.

Menos frecuentemente puede producirse la sensación de tener un latido cardíaco muy rápido, ya sea “aleteo” o sensación de corazón “acelerado”. Ello puede deberse a distintas causas, sin embargo, aquí nos concentramos en las asociadas con la fibrilación auricular.

Aunque la percepción de un cambio en el ritmo cardíaco es una característica importante de la fibrilación auricular, muchas personas no son conscientes de ningún cambio en el ritmo de su corazón. En cambio, estos pacientes pueden ser asintomáticos o presentar otros síntomas como dificultad para respirar, fatiga, molestias en el pecho o mareos.

En la era moderna de los relojes inteligentes y los monitores de acondicionamiento físico (o al ir al gimnasio), quizás le hayan alertado de una posible anomalía en el ritmo cardíaco de la que no era consciente. Esto suele producir gran ansiedad y debe tenerse en cuenta que estos dispositivos no siempre son precisos y tienen un umbral bajo para informar de anomalías.

 

Las palpitaciones en la fibrilación auricular

La característica clave de la fibrilación auricular es que el latido del corazón es irregular: la pausa entre cada latido varía de manera impredecible, lo que da lugar al término “irregularmente irregular”. Puede ser consciente de ello por una sensación de aleteo o de que los latidos son desiguales, con una percepción particular de que los latidos más fuertes se producen de una manera errática.Esta sensación puede ser más evidente al hacer ejercicio o al descansar en la cama por la noche.

Es posible que usted o su médico detecten esta irregularidad al sentir su pulso. Sin embargo, existen otras causas de esta sensación. Por ejemplo, latidos adicionales o ectópicos que a menudo hacen que sea difícil hacer un diagnóstico definitivo sin un registro del corazón (también conocido como electrocardiografía o ECG) cuando surgen los síntomas. Esto también puede ser así cuando la frecuencia cardíaca es particularmente rápida y quizás sea imposible para usted o su médico determinar si el ritmo es irregular solo con al tomar el pulso.

Las palpitaciones debidas a la fibrilación auricular pueden ser “constantes”. Esto significa que las palpitaciones se prolongan durante siete días o más (a menudo hasta que se produce una intervención médica, como la cardioversión, para devolver un ritmo normal al corazón), o se produce un episodio “paroxístico”, lo que significa que las palpitaciones continúan durante un período antes de que el corazón vuelva espontáneamente a un ritmo normal.

Los episodios de fibrilación auricular, particularmente cuando la frecuencia cardíaca es rápida, pueden ser muy molestos e incapacitantes, ya sea por la sola conciencia del ritmo o por los síntomas asociados de disnea, mareos, desmayos o dolor en el pecho. Tales episodios requieren intervención médica inmediata.

La percepción de la irregularidad del corazón por parte de los pacientes con fibrilación auricular de larga duración y ritmo cardíaco “permanente” puede disminuir durante un período de semanas a meses de forma espontánea o con la ayuda del tratamiento para controlar la frecuencia cardíaca.

Visitas al médico

Antes de la visita al médico, es útil mantener un diario de sus síntomas, registrando particularmente cualquier característica asociada, como dolor en el pecho o dificultad para respirar, su duración y cualquier causa precipitante (por ejemplo, ejercicio, alcohol o cafeína).

Cuando la sensación de palpitaciones es continua, a menudo se puede realizar un diagnóstico con un registro de ECG en reposo en la clínica. Sin embargo, cuando los síntomas son intermitentes y están ausentes al visitar al médico, puede que no sea posible hacer un diagnóstico definitivo de esta manera.

La clave para identificar la causa de las palpitaciones es un trazado cardíaco realizado cuando se tienen síntomas. Por lo tanto, es posible que le coloquen o le den un dispositivo de grabación para documentar la ECG cuando tenga síntomas.

Cuando los síntomas son más infrecuentes, puede ser necesario un pequeño monitor implantado debajo de la piel (conocido como registrador de bucle implantable o ILR) para controlar la frecuencia cardíaca durante varios años o hasta que los síntomas reaparezcan.


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